miércoles, 22 de septiembre de 2010

De 0 a 3 años de edad: una etapa clave para el futuro

La etapa de 0 a 3 años, es considerada el periodo crítico o el periodo de oportunidades para toda persona, ya que el cerebro no sólo es especialmente receptivo de información, sino que además necesita de ella para lograr las apropiadas conexiones neuronales. Los estímulos emocionales, afectivos, verbales, visuales y auditivos orientan y conducen el complejo proceso de interconexión de neuronas, que posteriormente va a permitir un aprendizaje normal. Es un periodo en el cual se adquiere con mayor facilidad los distintos tipos de conocimientos y habilidades y por lo tanto la base de los diferentes tipos de competencias con que las personas podrán desarrollarse durante la vida. Así por ejemplo, el entrenamiento de la habilidad musical desarrollada durante los primeros períodos de la vida, que se traduce en una mayor actividad en la región cortical somato sensorial, deja grabaciones cerebrales que van a facilitar perfeccionamientos posteriores.

Durante este periodo se establece la mayor parte de las sinapsis y luego se mantienen más o menos estables hasta los 10 años de vida, para posteriormente decrecer. Así, durante los primeros años el cerebro aparece extraordinariamente denso, con dos veces más sinapsis que las que eventualmente podría necesitar más adelante.



¿Qué ocurre si estas conexiones no se producen suficientemente?
Si las sinapsis se utilizan repetidamente en la vida del niño, se refuerzan y forman parte del entramado permanente del cerebro. Si no son usadas repetida o suficientemente, estas son eliminadas en un proceso denominado “poda” cerebral.


Este proceso es en gran medida determinado por la cantidad y la calidad de los estímulos otorgados por la experiencia ambiental. Si el ambiente en que vive el niño no brinda las condiciones óptimas para su desarrollo (nutrición, estimulación sensorial, salud de la madre, apego madre/hijo, etc.) no se reforzarán ni la cantidad ni el tipo de vías neuronales adecuadas, y por ende, la poda neuronal será mayor y más perjudicial para el desarrollo saludable del niño. La carencia de estos estímulos, inhibe el desarrollo de dendritas de las neuronas, dejando secuelas que posteriormente dificultarán el proceso de aprendizaje.


A mejor ambiente, mayor cantidad y calidad de las vías neuronales conservadas para el futuro, y menor número y calidad de neuronas eliminadas.


El papel de la estimulación
La estimulación que se recibe del medio ambiente es la que condiciona el desarrollo general del cerebro, a partir de los o "circuitos o redes neuronales". Las funciones cerebrales, se basan fundamentalmente en el rápido y eficiente pasaje de señales de una parte del cerebro a otra, para lo que se necesita una muy bien organizada red neuronal de interconexión. El elemento básico son las células cerebrales (neuronas) y las interconexiones que se establezcan entre ellas (sinapsis). Las dendritas de las neuronas son vitales, no sólo para lograr las interconexiones apropiadas, sino también para la síntesis proteica involucrada en el aprendizaje y la memoria.


Estímulos tempranos para el incremento de conexiones neuronales múltiples:

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